Dada la tasa de transformación digital que atraviesan las organizaciones en la actualidad. Vivimos en un mundo conectado, digital, cambiante, competitivo que nos empuja a no solo a comunicarnos de la manera tradicional, sino a colaborar con nuestros pares, suplidores, proveedores, clientes y relacionados.
Los grandes avances, las grandes revoluciones, los grandes inventos siempre están marcados por la colaboración de las personas iniciadoras del cambio. Si bien la colaboración siempre ha sido una habilidad necesaria en el lugar de trabajo, la fuerza de trabajo cada vez más distribuida, los silos de conocimiento y los nuevos avances en la tecnología han ejercido una presión renovada sobre el aprendizaje del arte y la ciencia del trabajo colaborativo. Debido a que hoy las personas no solo colaboran con las personas, tienen el desafío adicional de colaborar con las máquinas.